Carlos Maggi

 

“LA BIBLIOTECA”  (escena)

 

Director: -(A la Secretaria) ¡Señora de Luppi!

Secretaria: -Señor… (entrando).

Director: -Dígale a Monteiro. No. Monteiro salió con autorización. Dígale a Martínez que venga. Rápido, por favor.

Secretaria: -¿Qué hago con el hombre de la sastrería? Insiste en irse.

Director: -Que espere dos minutos. Entreténgalo.

Secretaria: -(Hacia adentro) ¡Martínez! El director… (Entra Martínez.)

Director: -Martínez, el señor quiere consultar los grabados de Piranesi. Si me hace el favor…

Martínez: -¿Ahora los quiere consultar?

Director: -Sí, Martínez.

Martínez: -La sala está cerrada.

Director: -Ábrala.

Martínez: -Además, si son grabados están en el sótano y el que sirve de esa colección es Monteiro. Usted lo autorizó a salir, ¿no?

Director: -Vaya usted. Hágame el favor.

Martínez: -No sé si valdrá la pena. Quiero decirle: no sé si los encontraré.

Director: -Si pone buena voluntad, Martínez.

Martínez: - ¿Y vale la pena que ponga buena voluntad?

Director: -Si yo se lo indico debe hacerlo.

Martínez: -Depende. No tengo que hacer todo lo que usted indique.

Director: -Se cree que va a ganar algo con esa actitud…?

Martínez: -¿Y con la otra, que ganaría? ¿Mejor sueldo? No, porque el presupuesto no lo hace usted. Ascenso tampoco porque no hay vacante. Premios no están permitidos. Felicitaciones, ganaría, pero suyas; y el traje todo sucio de andar entre la tierra del sótano. Eso, ganaría, ¿qué me dice?

Director: -¿Quiere ir o no?

Martínez: -Puedo probar. Si no es mucho lío… Dígale al viejo que venga.

Director: -Si me hace el obsequio, doctor. Este funcionario le va a facilitar el material.

Lector español: -Si me permite, yo insisto en explicarle que yo…

Director: -(Terminante). Consulte los grabados y mañana conversamos (salen Martínez y el lector español). ¡Uf! Pensé que no había manera de que se fuera. Tendrá que perdonarme la demora, señorita.

Estela: -Me gustó esperar.

Director: -¿Y por qué le gustó?

Estela: -Estuve mirando cantidad de libros. A mí me encantan los libros. En casa tengo uno.

Director: -¿Ah, sí?

Estela: -¡Apasionante! Es una historia de amor. Un amor enloquecido, fogoso, ilegal. Pero más lindos son los folletines. Yo sigo cuatro.

Director: -La tarjeta dice que usted quisiera trabajar en la biblioteca.

Estela: -Me gustan los “catálogos”.

Director: -Catálogos.

Estela: -Me gusta la cultura. No sé por qué pero me gusta usted, ¡es tan culto! Estoy segura, trabajar a su lado debe ser encantador.